La grafología es una ciencia que tiene como objetivo conocer la personalidad del escribiente, llevándolo a cabo a través de medidas rigurosas y el estudio de los rasgos de la escritura. De esta manera puede clasificar los movimientos gráficos y así realizar su interpretación.
Al firmar un documento o un escrito realizamos una síntesis de nuestra personalidad. Es una biografía sintetizada, resumida sobre nosotros. En ella nos presentamos ante los demás y nos distinguimos de ellos.
Cuando se analiza una firma se puede extraer rasgos de carácter significativos como virtudes, ambiciones, nivel de ética, tendencia a la integración social o aislamiento, vanidad, adaptación, espontaneidad, la relación con su mundo familiar, social y/o laboral, entre otros.
La firma se compone por el nombre, el apellido (firma legible/ ilegible) y la rúbrica (subrayados, puntos y líneas finales). Puede ocurrir que al observar nuestra firma constatemos que faltan alguno de éstos elementos. Tanto la presencia como la ausencia de uno de ellos aporta información útil para el análisis.
A través de los años se puede observar que la firma presente modificaciones perceptibles, que ya no firmemos como lo hacíamos 5 o 10 años atrás.
Esto se debe a que somos seres en evolución constante. Sin embargo habrá rasgos que no cambiaran dado que responden a aspectos temperamentales.
¿Qué puedo hacer cuando me solicitan que firme?
Realizar con la firma como lo hace siempre, con naturalidad, manteniendo el trazo habitual.
Es importante saber que una firma visualmente estética puede no ser positiva desde el punto de observación de la grafología. Por lo tanto firma con espontaneidad.
